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La actualidad del sector logístico se centra durante estas semanas en la irrupción de Amazon como transitario. Son numerosos los medios de comunicación que se han hecho eco de esta noticia y desde Milestone Logistics queremos analizar los pasos que el gigante del e-commerce ha ido dando durante estos últimos meses.
Primero, nos sorprendió con el anuncio de su entrada como operador del mercado de transporte aéreo de carga, bajo el nombre de Amazon Prime Air, mediante un contrato aéreo de arrendamiento de aviones con Boeing.
Más tarde, a finales del ejercicio de 2016 irrumpió con el acuerdo alcanzado con la Autoridad de Aviación Civil del Reino Unido y completó en Cambridge su primera entrega comercial con un dron.
Ahora, ha comenzado a enviar productos procedentes de sus socios comerciales en China hasta sus almacenes en Estados Unidos a través de cargueros marítimos asumiendo las labores de transitario, en lo que para algunos resulta un “tirón de orejas” para que los transitarios obsoletos aceleren sus planes de transformación hacia el mundo digital.
Lejos de augurar lo que puede dar de si esta acción o su repercusión en la gestión logística, lo cierto es que los analistas ya han apuntado cómo este nuevo movimiento en el tablero Amazon le permite intervenir en un mayor número de operaciones relacionadas con la cadena de suministro y las soluciones logísticas. Además, es la mejor forma para controlar los costes en su tipo de negocio, muy condicionado por el efecto de escala.
Efecto contagio
Sin embargo, ¿puede repercutir o crear una mancha de aceite en otras grandes compañías textiles donde el ecommerce va adquiriendo cada vez un mayor peso? Desde luego, puede verse que el mar está lleno de riqueza y que todavía es pronto para lanzar las campanas al vuelo y hacer cávalas sobre las repercusiones futuras de esta maniobra en sus centros logísticos.
Aunque Amazon no pose buques, ni emplea a tripulaciones por vía marítima, ejerce un rol análogo al de cualquier transitario, ya que actúa como proveedor y organizador de las operaciones logísticas para los transportistas. Y, pese a que, de momento, estos movimientos son todavía muy reducidos, seguro que va a suponer un acicate para aumentar la competitividad en el mundo de los transitarios.
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